Encuentro de culturas
Autor:
Graziella Scotese
Técnica: Acrílico/Tela
Superficie en M2: 13.20
Estación:
División del Norte, Línea 3
El mural Encuentro de culturas de la pintora italiana Graziella Scotese, se inauguró el 12 de junio del 2007, en la estación División del Norte, Línea 3. De acuerdo con la pintora, quien donó el mural como un acto de amor hacia México, la realización de éste duró cuatro años, de 1982 a 1986.
Fue un trabajo muy conceptual, informa. “A raíz de una beca otorgada por el gobierno de México inicié en 1982 mis estudios de pintura mural en la Esmeralda y posteriormente en la Academia de San Carlos de la Universidad Nacional Autónoma de México, tiempo en que gracias al apoyo de maestros como Gerardo Cantú, José de Santiago Silva y Arnold Belkin realicé dicho mural.
“En éste todos los personajes representados son mujeres, lo hice como un homenaje a más de la mitad de los humanos y quise plasmar un mestizaje que no puede borrar los hechos tristes de la historia pasada, pero puede ser un aliciente para un nuevo mestizaje: la maternidad consciente, la infancia feliz y despreocupada, la ciencia al servicio de la gente, finalmente es una utopía, es lo que quisiéramos todos”.
El encuentro
En la parte central del mural, aparecen, al interior de dos círculos que se entrelazan, dos figuras alegóricas: la primera, hace alusión al mítico hombre de Leonardo Da Vinci, búsqueda de la perfección, representado en forma de una mujer de raza europea, embarazada, uniendo su mano con Ixchel, la segunda figura, dadora de vida, en la cultura maya, madre de la tierra y de las aguas.
Detrás de estas mujeres creadoras, se vislumbra una América Latina en transparencia. Todo esto, está injertado al interior de una pirámide en cuya base se encuentra la tierra trabajada con sacrificio por los humanos, con las grecas de Mitla como símbolo (son una enseñanza del pensamiento filosófico de La Toltecáyotl, en la que se plasma el orden fundamental de la existencia humana y su vinculación directa con la parte espiritual y la parte material) y el cadáver de una mujer, representando a todas las mujeres muertas por agresiones, violaciones, partos, abortos, entre otras causas. Las manos enterradas arriba de ella expresan protección y compasión por este triste destino, pasado y presente.
Los otros cuatro pares de manos que están a lo largo del mural, están abiertos pidiendo paz y alto a la injusticia social. Del lado izquierdo se representa el pasado-presente, de tempestad social y de luchas fecundas para el cambio, y en el lado derecho está plasmada una deseable utopía, representada por la cultura y el arte.
“Fui becaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de ahí nunca más me desprendí de la Academia de San Carlos, por lo que para mí la UNAM es algo muy importante al punto que quise homenajearla pintando un pumita en el overol de la joven que está con la guitarra”, concluyó. La técnica que se utilizó fue acrílico sobre tela de algodón cambaya, en la que el algodón adsorbe el acrílico quedando todo en uno solo.
Acerca del autor
Descendiente de una familia de artistas, la fotógrafa, litógrafa, pintora muralista y restauradora, Graziella Scotese nace en Roma, Italia. Trabaja por años como fotógrafa. Promueve con éxito por el mundo la exposición Fotocopias del recuerdo.
En 1978 llega a México y entra a la especialización de pintura mural y monumental, gracias a una beca del INBA para estudiar en la escuela de pintura La Esmeralda y posteriormente en la Academia de San Carlos, con otra beca de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De 1982 a 1986 realiza su mural portátil Encuentro de culturas, concepto que desarrolla como alternativa al posible degrado en zonas sísmicas. Posteriormente viaja con su exposición Itinerarios prehispánicos posmodernos, compuesta por más de un centenar de obras, entre pictóricas y litográficas.
Al iniciar el presente milenio, decide cerrar con broche de oro su vocación de investigadora en las artes plásticas, ganando el concurso de Restauración de pinturas del Comune de Roma y trabajando al mismo tiempo para la Fundación Alberto Moravia, en calidad de restauradora y conservadora de la amplia colección del escritor.
En la actualidad, viaja de Italia a México, y viceversa, lugares donde vive por temporadas, además de tener un estudio en la ciudad medieval de Ascoli Piceno, de aquel país, donde está elaborando su nueva serie de pinturas, de caballete y monumental con la Energía como tema básico.